Historia
Historia Desde la antigüedad el parto ha sido catalogado como un evento doloroso, peligroso, y temible y este estigma fue continuado hasta el pasado siglo. Cuando los efectos anestésicos del éter y del cloroformo fueron descubiertos a mediados de 1800’s, varios miembros del clero ingles argumentaban que esta intervención humana en el milagro del nacimiento era un pecado en contra de la voluntad divina. Si Dios hubiera querido que el parto fuera sin dolor así lo hubiera creado. La primera vez que se uso una técnica anestésica para un parto ocurrió a escasos 3 meses después de la demostración de los poderes anestésicos del éter por Morton en el MGH en Boston, MA. James Young Simpson uso dietil éter para anestesiar una mujer en trabajo de parto que tenia una pelvis deforme. La reina Victoria “undaunted” por el clero escogió tener anestesia para uno de sus partos y la posición del clero se derrumbo como el muro de Berlín. La primera mujer anestesiada para el parto fue Fanny Longfellow, esposa del poeta americano Henry Wadsworth Longfellow. Ella escribió lo siguiente. “Lamento por los que pensaron que fui necia y apresurada al tratar el éter. La fe de Henry me dio el coraje y yo había escuchado que algo parecido era exitoso en el otro continente donde los cirujanos extienden este gran beneficio mas que nuestros tímidos doctores... Esta es ciertamente la mayor bendición de esta era” Después de los reportes iniciales del éxito del parto sin dolor, una era de conflictos entre dos grupos comenzó. Unos en contra y el otro a favor. El primer grupo creía que toda calamidad, enfermedad, pobreza y dolor, significaban voluntad divina o castigo por algún pecado. De acuerdo a la sagrada escritura, el dolor durante el parto comenzó cuando Dios castigo a Eva y sus descendientes por su desobediencia en el jardín del edén. Ellos creían que era erróneo evitar el dolor del castigo divino. En el otro grupo, habían quienes creían que la enfermedad y el dolor eran procesos biológicos y que eran sujetos a estudio y control por los nuevos métodos científicos y tecnológicos. Hasta algunos médicos estaba divididos entre estos dos grupos. La resistencia de algunos médicos para administrar anestesia durante el parto estaba en contraste con el entusiasmo mostrado por las pacientes obstétricas. El grupo a favor de la anestesia para el parto incluya dos eminentes catedráticos. Uno era el filosofo del siglo 19, John Stuart Mill, quien decía que “procesos dolorosos de la naturaleza” promueven el bien solo por “ incitar al las criaturas racionales a reaccionar y luchar en contra de ellas.” El otro catedrático fue James Young Simpson, quien profetizaba el rol de la opinión publica en aceptar la anestesia obstétrica. El escribió: “Los médicos se pueden oponer por un tiempo al la introducción de la anestesia en el parto, pero ellos se oponen en vano; seguramente nuestras pacientes nos forzaran a usarla en contra de nuestra profesion. La cuestión es de tiempo” Esta profecía se convirtió en realidad en los anos siguientes y la era de la anestesia obstétrica empezó a florecer y el barco entro en aguas calmadas después de la tormenta inicial. Un cambio en la actitud publica a favor de la anestesia obstétrica marco la culminación de un cambio mas general en las costumbres sociales que se había empezado a desarrollar durante varios siglos. Anestesia fue usada mas y mas para el control del dolor durante el parto, y la consiguiente caída en la mortalidad y morbilidad en ambos madres e hijos fue atribuida, en parte al menos, a la ausencia de dolor lo que le permitía a la partera o al obstetra trabajar durante partos complicados. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos presenta su punto de vista ante este tema de esta manera “ El parto produce un dolor severo en un gran numero de mujeres. No hay otra circunstancia donde sea considerado aceptable que una persona padezca dolor, además de una intervención segura, mientras sea supervisada por un medico. El hecho de que la madre lo pida es suficiente justificación para el alivio del dolor durante el parto.” Incansables esfuerzos y dedicación por parte de investigadores, médicos, compañías farmacéuticas, y sociedades profesionales en el ultimo siglo, han hecho posible que la anestesia obstétrica sea una alternativa segura para las mujeres que buscan alivio del dolor durante el parto en este siglo, además de convertir el parto en una experiencia placentera. |
Bhavani Shankar Kodali MD |
Lecturas adicionales: 1. History of Obstetric Anesthesia. In Obstetric Anesthesia. Chestnut D.H. Mosby; 1999. 2.The Work of Sir JY Simpson.. Volume II. Editor: Simpson WG. Adam and Charles Black, 1871. 3. Mrs Longfellow. Selected Letters and Journals of Family Appleton Longfellow (1817-1861). Editor: Wagenknecht, E. Longmans, Greens, 1956. Haga click |